TU ERES EL ESPEJO QUE MIRO PARA MIRARME… Y YO SOY EL REFLEJO DE LO QUE TU MIRAS AUNQUE NO LO QUIERAS VER.

Maribel Genzor

11 febrero 2012

estamos todavía con el tema de la pareja, y ¡lo que te rondaré morena!
no estamos muy en acuerdo hombre y mujeres sobre los problemas que generamos cuando nos emparejamos, y debatimos principalmente sobre
LAS PERSONAS SON LO QUE SON Y NO LO QUE QUEREMOS QUE SEAN

En ésta semana pondremos encima de la mesa dos cuestiones que creo arrojarán un poco más de luz en esos problemas (aparentemente insalvables) que se desprenden de la convivencia y que empañan hasta perjudicar a la pareja:

  1. ¿quieres tener razón o quieres ser feliz?
  2. ¡debes estar bien tú o nada estará bien!

Por mi parte, me apetece trasladaros que en mi vida, empezaron a esclarecerse las relaciones, cuando aprecié lo siguiente...             ¡y lo escribí en formato poema!



MI INSEPARABLE COMPAÑERA


Llevo cincuenta años al lado de una compañera

Que si bien a veces no la tengo en cuenta,

Me requisa constante mis riquezas

Me quita muchas veces las razones

Y yo creo que me trata muchas veces injustamente.



Llevo muchos años preguntándole mis dudas

Muchas veces culpándole de mis fracasos

Y pocas veces agradeciéndole su compañía



Incansable como ninguna

Tenaz donde las haya

Orgullosa como diva

Y hasta me atrevo a reprocharle su grandiosa sabiduría



Cuando quiero que me deje un rato,

Se pega a mí como ladilla

Y cuando quiero que me preste su calor

Me enseña sin contemplaciones su cara fría



Llevo cincuenta y tantos años al lado de esta compañera

Que si bien a veces no la tengo en cuenta

Me mide constante mis riquezas

Me quita muchas veces mis esperas

Y yo creo que me trata demasiadas veces con tiranía



Aunque ella se empeñe en hacerme ver

Esa cara que tiene, que no me gusta

Aunque se crea capaz de perseguirme

Con el lado más oscuro de su existencia

No me ganará ni una batalla más



Porque sus palabras no las oigo

Ni sus ejemplos los entiendo

Ni sus castigos los encajo

Ni sus consejos los persigo



Pero, llevo cincuenta y tantos años a su lado,

Solo porque la considero fiel amiga

E inseparable consejera

De su mano no me suelto,

Y más allá de sus empeños

Aún con las lágrimas de mi impotencia

Le vuelvo a coger la mano

Y salgo a pasear para siempre

A donde sus pasos me lleven.

SIEMPRE CON ELLA
MI INSEPARABLE COMPAÑERA
¡LA VIDA!

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