TU ERES EL ESPEJO QUE MIRO PARA MIRARME… Y YO SOY EL REFLEJO DE LO QUE TU MIRAS AUNQUE NO LO QUIERAS VER.

Maribel Genzor

30 abril 2012


LA TACITA DE PORCELANA



Recuerdo un cuento de autor desconocido que me viene como anillo al dedo para ilustrar el sentimiento que en estos momentos me invade y que es sobre lo que quiero escribir.

“Un matrimonio ingles entró a una tienda de vajillas, y la mujer, fiel amante de las porcelanas finas, se fijó en una tacita que en un rincón yacía…

La tomó entre sus manos, y no dejó de exclamar ¡que  maravilla, que finura y delicadeza!, y la miraba y le daba vueltas… ¡qué maravilla, que finura y delicadeza!

De pronto la tacita empezó a hablar…

¡Señora, no siempre fue así! Yo era un pedazo de barro que en manos de  mi  creador tomé forma a base de golpes y moldeados. Tanto me golpeó, aunque cariñosamente y tantas veces me pasó sus manos por encima que llegó un momento que no pude resistir más. Le grité a mi creador ¡por favor, déjame en paz! Y él me contestó:

-¡no todavía no es tiempo, aguanta un poco más!

Después me puso en un horno, y ¡Dios qué calor! En mi vida había sentido tal calor y tal compresión en mi cuerpo; cuando ya no soportaba más, le grité a mi creador ¡por favor, déjame en paz, sácame de aquí que me muero de calor! Y él me contestó:

-¡no todavía no es tiempo, aguanta un poco más!

Luego, me sacó y con mucho cariño, me depositó en una estantería para que me enfriase, y eso lo agradecí… pero cuando estaba disfrutando de mi vida, me tomó entre sus manos y empezó a cepillarme y a pintarme…, y ¡Dios qué desazón y que olor a pintura y resina que me ahogaba! En mi vida había sentido tal desesperación, hasta tal punto que le grité a mi creador ¡por favor, déjame en paz, deja de pulirme y de pintarme que me muero de ahogo! Y él me contestó:

-¡no todavía no es tiempo, aguanta un poco más!

 Cuando ya me hubo pintado, creyendo yo que había finalizado mi calvario, me tomó de nuevo entre sus manos con mucho cariño y me introdujo en otro horno, que ese si era irresistible…

, y ¡Dios qué calor, que calor y qué dureza notaba en mi cuerpo! En mi vida había sentido tal calor y tan brutal compresión en mi cuerpo; cuando ya no soportaba más, le grité a mi creador ¡por favor, por favor te lo pido déjame en paz, sácame de aquí que me muero de cansancio, calor y de agotamiento! Y él me contestó:

-¡no todavía no es tiempo, aguanta un poco más!

Creó que iba a desmayarme, cuando el horno se abrió y me tomó entre sus manos y me dejó reposando en una estantería más alta que la anterior. ¡Eso era refrescarme, eso fue volver a la vida!, y cuando de nuevo lo vi que alargaba sus manos para tomarme de nuevo… quise morir, pero me puso frente a un espejo y me dijo:

¡Mírate, esa eres tú!

Yo sé que te dolió ser golpeada y moldeada, y sé que te quemó el primer horno, pero si no lo hubiera hecho probablemente te hubieras quebrado convirtiéndote en tierra de nuevo, y sé que no te gusto que te limara, y menos que te pintara, pero ya con resistencia si no te hubiera pintado tu vida no hubiera tenido color ni posición, y sé que fue terrible el segundo horno, pero si no te hubiera metido allí, tu color y tu seña de identidad no hubiera resistido con el tiempo. ¡Ahora ya eres una tacita con recursos, fuerza, brillo y resistencia para sobrevivir y ser!

¡Esto vi en aquel pedazo de barro cuando te tomé entre mis manos!”



Creo que eso pasa con nosotros. Sobre todo, con todo a lo que nos tenemos que enfrentar en la vida, pero no somos capaces de ver el resultado final, porque no somos capaces de CREER en nosotros mismos, ni de plantearnos LO QUE QUEREMOS Y EL ESFUERZO QUE PRECISA.

He impartido estos  5 días de fiesta un curso, y he sentido muchas veces como las piezas de barro tomaban forma y posibilidad.



22 abril 2012




 FUTBOL

Hoy comparto con vosotros que NO PUEDO SOPORTAR (BUENO ME CUESTA MUCHO GESTIONAR) EL FUTBOL

Siempre que hay fútbol, como una mala noticia se instala en mí , dando paso a los pensamientos más pesados e inapropiados para la tranquilidad y la paz diaria. Siempre he sabido, porque el mundo se encarga de decírmelo, que soy rara, intolerante y que lo normal no es sentir como siento yo.

Y yo me preguntaba… ¿pero cómo es posible que 22 hombres tras un balón mueva, paralice, sume y aproxime así a la humanidad a un compartir tan superficial como absurdo? ¿cómo otros acontecimientos que deberían hacer saltar a los ciudadanos del mundo nos deja tan impasibles y el fútbol se lo merienda con esa facilidad?

Y mira por dónde, abriendo mi correo ayer, me encuentro con éste mail que me remite mi hermana…

Hola, buenos días:

La verdad es que nunca suelo hacer lo que voy hacer ahora, que es utilizar el correo para compartir una molestia.

Esta noche durante dos horas, se paralizara Barcelona, Catalunya, España y una gran parte del Mundo ( 400.000 millones de personas se calcula que verán el partido Barca-Madrid).

Yo seguramente no podre verlo, y eso me molesta.

Os parecerá raro, os parecerá raro a quienes me conocéis, pero es que me gusta el fútbol (sin perder la cabeza) y cuando el juego es tocar y pasar , tocar y pasar , tocar  pasar y adelantar me lo paso bien, y ese es el fútbol que practica el Barca de este momento.

Yo esta noche me hubiese organizado para ver el partido, un poco de pan (de coca torrado) con tomate queso parmesano, un trozo de tortilla de calabazin, agua y fresas con chocolate negro me hubiesen servido para compartir placeres.

Pero no podrá ser, y eso me molesta.

No lo dan por television ni publica ni privada.

Para ver el partido tienes que estar subcrito a no se que  "cosa" ( quince euros al mes y no se si algo mas ).

Este fin de semana cuento con quince Euros pero los utilizaré para otras cosas.

Aquí empieza mi molestia,

¿ la gente se habrá parado a pensar en la CANTIDAD DE DINERO que se moverá alrededor de este acontecimiento, la CANTIDAD DE DINERO que ira a parar a A UNA EMPRESA PRIVADA QUE ACRECENTARA SUS BENEFICIOS A COSTA DE MUCHAS PERSONAS, que cuando se acabe el paréntesis de …?


15 abril 2012


EDUCACION… y otros menesteres

Que educar no es enseñar,  ¡eso hace tiempo que lo aprendí!

Y lo aprendí porque me lo enseñaron los niños, porque  de pequeñitos no te prestan atención, no te responden a tus intentos, si por el contrario responden a su entorno, a su cuerpo, a su espacio, a su emoción.

Hoy estoy todavía subida en una nube de entusiasmo, de fuerza, de energía de continuidad, porque he estado este fin de semana en el II Congreso de la Excelencia en Educación, y si bien el impacto fuerte lo tuve el año pasado en su primera edición, éste he consolidado que existe un potente movimiento que va desplazando “piano piano” los sistemas tradicionales, dando paso a esporas reproductivas de especies diferentes que hacen y harán de la educación un modelo coherente y congruente que encarna Confianza, Emoción, Razón y Habilidad para mostrar acompañamientos más eficaces y eficientes con los alumnos.

También me doy mucha cuenta, que no inventamos nada trascendental para el AUTENTICO DESARROLLO HUMANO, que si bien estamos aportando reconocidos valores añadidos a la educación, como pueden ser las tecnologías, en definitiva en pleno siglo XXI, para romper la actual situación, nos basamos en la antigüedad:

1.      La familia eje conductor principal de la educación

2.      Maestros implicados en la persona y en las disciplinas

3.      Equilibrio entre derechos y deberes

4.      Bajada del estrés para moderar la comprensión y la instalación de lo que se aprende

5.      Observación y dedicación a lo que demandan los que están en periodo de aprendizaje

6.      Poner mucha atención a la gestión, conocimiento y reconocimiento de nuestras propias emociones, ya que las trasladamos a nuestro entorno, mimetizándose con todos aquellos que nos tienen cerca.

Magistral intervención del juez Emilio Calatayud, que entre verdades como puños y comparativos jocosos del ayer y hoy, posicionó a la sociedad (o sea a nosotros los “mayores”), y a los chicos (o sea a nuestro futuro) en una GRAN INTROSPECCION; nos “colgó” de la mano de sus sentencias y sus resultados a “LIMPIAR LO QUE TODOS HEMOS HECHO DESDE NUESTRA EVOLUCION PARA LUCIR MEJOR”.

Las placas de hierro que recubren su palacio de justicia, es uno de los puntos donde determinados chicos, sacan brillo a esas placas que como no se han colocado bien, no cumplen con el objetivo de dar esa sensación (¿bonita?) de oxido que se pretendía, y ¡como no!,  al no posibilitar y cumplir con lo que era “lo esperado”, ahora toma cuerpo en el esfuerzo por lucirla con herramientas tan transgresoras como el papel de lija, que esos muchachos (que han delinquido, que no delincuentes) con castigo y tiempo lijan, cumpliendo con las horas de sus sentencias,  las placas a medida que se lijan a ellos mismos.

Me quedo con unas apreciaciones del hombre, padre y juez que nos habló desde su convicción…



Ahora hemos pasado de padres restrictivos a padres colegas

De niños con deberes a niños con derechos

De educar y enseñar a que nos enseñen y …

ESTOY CON USTED JUEZ CALATAYUD.

09 abril 2012


A UN EX..



 EN SEMANA SANTA DEL 1974:



            Llegué a casa tras el viaje un poco cansada y muy decepcionada; cansada porque ya sabes que anoche no dormí y decepcionada porque no me esperaba un argumento tan sencillo tan poco convincente como el que de tus labios brotó.



            No sé bien que quiero decirte en ésta carta, y la verdad es que no sé ni porqué la escribo pero lo cierto es que lo estoy haciendo; creo que ante tanto “no sé”, te explicaré mi viaje de regreso.



            Treinta, cincuenta, ochenta,  ciento veinte... la aguja del cuenta kilómetros marcaba la velocidad en una carrera desenfrenada dentro de su redondel en busca de un número donde estabilizarse, no sin antes subir y bajar por la numeración esperando saborear las sensaciones que todos los números causaban.



            Yo me arrellené en el confortable asiento del Ford  y, atrapada por algo más que el cinturón de seguridad, apretaba el acelerador con el ímpetu necesario para alcanzar esa propicia velocidad que me llevara a ningún sitio,



            El cielo estaba despejado, lucía un color azul plomizo que destacaba enormemente del azul-verdoso del mar, la carretera en aquellos momentos me parecía un camino que mostraba la escala de colores que me rodeaba, bordeaba el mar y una inmensa playa, desierta a esas horas, y las olas vomitaban espuma desafiando el ambiente apacible que reinaba. Todo aquel conjunto encajaba perfectamente con mi determinación de ser valiente y de afrontar la decisión que anoche habías tomado.



            Me creía en la imperiosa necesidad de derribar todos los ladrillos encajados perfectamente que yo había ido apilando en la construcción de nuestra relación; el respeto (el ladrillo base), la sinceridad, la armonía, el deseo, la comunicación, el saber hacer, la clase, en una palabra la unidad más absoluta, el amor. Sentía que tenía que darle una fuerte patada a esos ladrillos y extenderlos por el suelo para pisotearlos y romperlos...



            Y ahí seguía yo, conduciendo al borde del mar, y queriendo destruir algo que me parecía importante, sentada frente al volante con el amargo y exagerado victimismo de que me habías matado (hipotéticamente).



            La carretera seguía fluida, de vez en cuando pasaba algún loco adelantándome con demasiada prisa, y yo intuía que debería tener un destino prefijado, y entonces me sentía más y más desgraciada.



            Aminoré la velocidad, la verdad es que ya no tenía ganas de correr ¿para qué? la realidad es que no quería llegar a casa y tampoco ir a ningún lugar...



            La suavidad con que en automóvil se deslizaba en esos momentos, también suavizó mis pensamientos y con ellos mis sentimientos de desgracia y de tristeza, y fue entonces cuando paré el coche en un entrante de la carretera y salí a contemplar la playa de cerca. ¡Qué bonita estaba! su repetido movimiento, su suave rugir, su bello color, su inmensidad óptica, sus volúmenes cambiantes, su conversación con la arena, su majestuosa y voluptuosa danza, invitaba a acercarse y así lo hice.



            Las gaviotas observaban mis movimientos con un sinuoso planear, y varias latas de coca cola semienterradas en la arena me miraban desafiantes dándome pistas de los sucesos ocurridos, probablemente la noche anterior.



            Me senté en la orilla del mar y me quité las sandalias para que el agua me dijera que aquello era realidad, que no estaba soñando y que la verdad puede ser fría, tan fría como el agua en mis extremidades y, mi pensamiento en ese momento vagó por el pasado y sin saber porqué pensé en mi madre:



   Una mujer dulce, armónica físicamente, prudente al extremo de perder ella cualquier cosa   con tal de no hacer daño a nadie, sutil en sus apreciaciones, discreta en todas las facetas   de su vida, sacrificada por los demás, un tanto ignorante para manejarse en sociedad, pero  tremendamente luminosa, tanto que todo aquel que la conociera no podía por menos que   hacerle un hueco en su corazón...



   Y su vida fue una clara defensa de sus convicciones; crió hijos, arrugas y canas; sonrió  siempre a las adversidades y lloró las injusticias que ella veía a su alrededor.

   Y un día que me peleé con ella, dentro de las palabras que la discusión propició, se me clavaron éstas frases:

   Hija sólo un punto invisible separa el ser buena persona de ser imbécil...

   muchas veces es mejor aparentar la imbecilidad para mantenerse íntegra, que defender  la realidad que los demás no ven...  yo no sé si he conocido el verdadero amor, pero mi realidad es que yo he vívido mi amor con toda la autenticidad y, el resultado es mi luz.



            Y sabes ex, al volver a mi realidad de ese momento, resultó que el agua que estaba tan fría y al principio me produjo escalofríos, ya no la sentía. Y además mis labios se entreabrieron marcando una sonrisa, y una luz inmensa desde el horizonte me envolvió el cuerpo y el alma, y desapareció la amargura, y me dió fuerzas para levantarme, volver al coche, poner la atención total en conducir prudentemente, y reafirmarme en lo que a ti te había asustado...





     SI ME DEJABAS POR SER DEMASIADO AUTENTICA, DEMASIADO BUENA Y POCO  PROVOCATIVA,



esa sería mi bandera siempre,  y otro la valoraría.



            En fin, estoy contenta de poder explicarte mi experiencia y como te decía al principio estoy cansada y decepcionada porque no has sabido ver más allá de tus ojos…