TU ERES EL ESPEJO QUE MIRO PARA MIRARME… Y YO SOY EL REFLEJO DE LO QUE TU MIRAS AUNQUE NO LO QUIERAS VER.

Maribel Genzor

11 mayo 2012


CAMBIO

Cuando necesitamos cambiar, normalmente lo sentimos en nosotros durante un espacio de tiempo anterior a la consciencia del mismo, pero aunque no fuese así, la percepción y el cambio requieren de cuatro pasos fundamentales

1.      OBSERVACION DE LA REALIDAD

2.      ANALISIS DE ESA REALIDAD

3.     LA TOMA DE DECISIÓN DEL CAMBIO

4. EL CAMBIO EN SI, POR TANTO ACCION

El primer paso en esa observación de la realidad es imprescindible despojarse  de las percepciones falsas, de los prejuicios, de los miedos y de todo aquello que convierte la realidad en lo que tú quieres que sea. Este trabajo requiere práctica, comprobación, deducción y ante todo comprensión de la tendencia a modificar la percepción según nuestro estado de ánimo.

El segundo paso es el análisis de esa realidad. Algo francamente complicado que consiste en revisar los hechos que provocaron la realidad a cambiar. Si en la observación era imprescindible la veracidad, en el análisis lo es mucho más. Analizar exige compromiso de transformación de aquello que no vale por cosas que estimulen la evolución y el desarrollo personal y profesional.

El tercer paso es la toma de la decisión de cambiar la realidad que no te agrada. Podría parecer el paso más fácil, pero no lo es en absoluto, ya que la toma de decisión ya implica un paso decisivo que nos llevará rápidamente al cuarto paso.

El cuarto  es la acción que lleva al futuro e inevitablemente te hace encontrarte con las consecuencias. El tiempo que va desde la decisión a la ejecución debe estar en consonancia con los resultados que se quieren obtener. Poco o nada vale que hayamos tomado decisiones valiosas si permanecen en el archivo de nuestros recuerdos y seguimos con nuestro miedo a la acción.

Estos pasos son una “píldora” que necesita mucha agua para ingerir y mucho filtro y expulsión para producir efectos.





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