La política,
es el proceso por el cual el uso de la fuerza coercitiva es legitimado. Éste se orienta ideológicamente hacia la toma de decisiones para la consecución de los objetivos de un grupo en asuntos públicos. La ciencia política es una ciencia social que estudia dicha conducta de una forma académica utilizando técnicas de análisis político; los profesionales en esta ciencia adquieren el título de politólogos, mientras quienes desempeñan actividades profesionales a cargo del Estado o se presentan a elecciones se denominan políticos. El término fue ampliamente utilizado en Atenas a partir del siglo V antes de Cristo, en especial gracias a la obra de Aristóteles titulada, precisamente, Política. El mismo Aristóteles definía al ser humano como un animal político. También se la ha definido como la comunicación dotada de un poder, relación de fuerzas o como el arte de lo posible. Por extensión y de acuerdo al contexto, el concepto de política puede referirse también a la actividad de gobernar o conducir otras instituciones sociales menores y no necesariamente públicas, como por ejemplo una empresa, confederación, instituto o cooperativa.
Y yo siempre he dicho que no era política, ni que entendía de política, pero era la postura cómoda de que otros hagan (o intenten o disimulen hacer) lo que uno no hace, y encima es fácil "cargar contra ellos" mientras sólo sea de palabras.
¡ES HORA DE SER Y HACER POLITICA!, y si no lee de nuevo la definición de política, y dime si estás fuera o dentro de la decisión para la consecución de los objetivos...
Leía ésta mañana la última publicación de D. Federico Mayor Zaragoza, y he sentido que debía aportar un gramito de peso al escrito, y publicarlo, tal y como él manifiesta que le gustaría pasear el cartel por las calles, pues yo he decidido pasaearlo por los ojos de quien me lee.
Traslado literal:
Acabamos de ver
imágenes de la reunión del G-8 en Norteamérica: allí estaban, sonrientes, los
representantes de USA, Reino Unido, Rusia, Alemania, Japón, Italia, Canadá,
Francia, Presidente de la UE y Presidente de la Comisión de la UE…
Sinceramente, el
rotundo fracaso del papel que se asignaron en el proceso de “globalización”,
les debería llevar a su inmediata disolución y al fortalecimiento de un
sistema multilateral democrático.
¡Es intolerable, no me
canso de repetirlo, que 8 países pretendan gobernar a 196!
En la deriva actual de
diversa índole (ética, política, económica) sería una excelente noticia la
desaparición de los grupos plutocráticos y la diligente refundación de un
Sistema de Naciones Unidas dotado de los medios personales, técnicos y
financieros necesarios.
Por otra parte, la
OTAN se ha reunido casi simultáneamente en Chicago para “reforzar los lazos
de la Alianza” y, sobre todo, decidir la mejor manera de abandonar
adecuadamente la presencia de las tropas de la OTAN en Afganistán.
Europa debe
rápidamente adquirir total autonomía en materia de seguridad y, con los
acuerdos que procedan, ser una de las primeras “fuerzas regionales” a la
disposición de las Naciones Unidas.
Es urgentísimo
disminuir el presupuesto en armas y gastos militares de una Unión Europea que
está recortando (¿por qué con plazos tan perentorios, para quién?) hasta
aquellos capítulos imprescindibles para una vida digna, como la salud y la
educación, que deberían estar siempre fuera de cualquier “ajuste” económico.
G-8, disolución.
OTAN, reforma
inmediata.
Esta es la pancarta que me
gustaría llevar hoy por todas las calles y senderos de Europa.
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