PORQUE
YO CREO EN DIOS
Una
amiga mía, compañera de vida y de sentimientos, está en éstos momentos en el
decaimiento, la tristeza, y en el cruce de mails que nos hacemos, me preocupó
mucho el último porque lo finalizó preguntándome…
¿existe
Dios Maribel?
Hoy
le he contestado, y he creído que debía publicarlo, sabiendo que sólo ella
sabrá que éste escrito es para ella, pero que no le disgustará que todos lo
compartamos.
“Hola amiga, me
alegra tanto saber de ti, como me preocupa lo que me preguntas.
Te siento a la par
en ésta vida que vivimos, y sintiéndote así, sé que trabajas, te esfuerzas,
estudias, cocinas, amas, lloras y te desesperas. A la par, no sólo conmigo si
no con todos los seres del planeta, sufres, te interrogas y clamas justicia; y
a la par DE TODO ESTO, sé que no entiendes nada y que buscas sin aparentemente
encontrar nada.
Quisiera tener las
palabras mágicas que revestidas de autenticidad, pudiera defenderlas para saber
que ESTOY EN LO CIERTO, porque te las haría llegar para demostrarte que lo que
yo siento es VERDAD. ¡Pero no es así!!!! Ni puedo lanzarte palabras mágicas, ni
las puedo defender, y lo más grave ¡NI SÉ SI LO QUE SIENTO ES VERDAD!, pero yo
así lo siento.
Decirte que yo he
descubierto que nada de lo que tiene valor se compra, que nada de lo que me
satisface está en los escaparates, que nada de lo que me hace equilibrada está
fuera de la vida cotidiana, y que nada de lo que he dejado atrás lo he vuelto a
necesitar, pues el avance es descubrimiento y las oportunidades se producen sin
echar la vista atrás.
Me preguntas si
existe Dios.
Si te digo que No
te estoy mintiendo, porque no lo sé
Si te digo que Si
te estoy mintiendo porque no lo sé
Pero si te digo que
Existe el mar, la
montaña, las flores, las mariposas, la avena, la trucha, la sal, el azúcar, la
tierra, las lagrimas, las emociones, el aire, la fantasia, los bosques, las
enseñanzas, los mensajes, los cambios, la tranquilidad, la paz, y sobre todo TU
y todos los seres que habitan la tierra, ahí no te estoy mintiendo LO SE PORQUE
LO VEO, LO TOCO, LO SIENTO Y ME FUSIONO CON ELLO.
Yo llamo Dios a
todo eso y a la fuerza que invisible hace que todo exista y suceda, hace que yo
lo descubra y sienta, hace que despierte y lo comparta, hace que llore mientras
te escribo, y hace que SEA y no lo entienda.
Si Tú quieres no
llamarle Dios porque las ideas y creencias que nos han instalado nos llevan a
distorsiones, te aceptaría cualquier palabra que identificara que tú existes
porque algo ES.
Y
que tú existas ha sido, es y será imprescindible para mí, porque es ahí donde
yo veo a Dios.
Con el corazón para ti.”
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