TU ERES EL ESPEJO QUE MIRO PARA MIRARME… Y YO SOY EL REFLEJO DE LO QUE TU MIRAS AUNQUE NO LO QUIERAS VER.

Maribel Genzor

02 junio 2012


¡ME DUELE EL ESTOMAGO Y NO SE POR QUE!

1 sesión de coaching identificativo

-          ¿Qué tal vas con el estómago?

-          ¡no puedo soportarlo, he pasado una semana rabiosa!

-          Explícame cómo ha sido tu semana…

-          Bueno, trabajo, estudios, casa, ¡lo normal!, no ha habido nada extraordinario.

-          ¿Lo extraordinario ha sido tu dolor de estómago?

-          Sí, la verdad es que sí. Cuando me levanto parece que está bien, pero supongo que el estrés, el cansancio, hace que empiece a dolerme, pero sobre todo cuando llego a la noche a casa, ¡uf es horrible!

-          ¿Qué haces al llegar a casa?

-          ¡nada!, no tengo nada que hacer, no tengo a nadie con quien hablar, no me apetece ver la tele, la verdad Maribel, desde que he cortado con Jaime, estoy muy sola, y eso me duele.

-          ¡No llores, no tiene sentido que llores! cuando te dejó,  decidiste que era lo mejor.  Cortar esa relación que no te atrevías a acabar te dejaría tranquila del maltrato que estabas sufriendo.

-          ¡Ya, pero…!

-          ¿Qué sueles cenar?

-          Poca cosa, como me duele tanto, pues un yogurt, o un poco de ensalada.

-          Recuerda ¿Cuándo ha sido la época peor de tu dolor de estómago que dices que desde siempre te duele.

-          ¡no sé…! ¡sí vale, cuando me dejó Luis! Lo cierto es que coincidió que sufrí durante mucho tiempo del estómago.

-          Si nos alejamos del presente, y te concentras en tu adolescencia… ¿recuerdas si tuviste dolor de estómago?

-          ¡no sé…! , no lo recuerdo la verdad

-          No te preocupes, dime ¿qué te calma tu horrible dolor?

-          Perdona, me viene a la mente que cuando tenía más o menos 8 años, mi madre me tuvo que llevar al médico porque me dolía mucho la tripa… ¡es más! Me tuvieron que hacer muchas pruebas, que me llevaba mi vecina porque mi madre trabajaba y no podía acompañarme.

-          ¿cómo recuerdas esa etapa?



Llora, llora y llora. No hay consuelo para la coachee (cliente).

La dejo llorar en un absoluto silencio.

Al cabo de un rato, me mira fijamente a los ojos, inclina su cabeza, la balancea acompasadamente, penetra en mi mirada como si quisiera hablarme desde las “no palabras” y con gemidos entrecortados me dice…

-          ¡me abandono mi padre!

… ahí se abrió la conciencia de la carga emocional a la que está sujeta…

…ahí se conciencia de que el dolor de estómago apareció a raíz de su sentimiento de abandono…

… AHÍ RELACIONA QUE CADA VEZ QUE UNA RELACION SE ACABA, ELLA SE SIENTE ABANDONADA, SOLA,  Y REPITE EL PATRON DE LA SOMATIZACION…

   
-          Quedamos para la semana que viene, pero antes ¿me das tu dolor de estómago? ¡lo voy a tirar a la basura!

-          ¡uf…!

-          ¡dame un beso!

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