sé que ya publiqué este poema, pero hoy me siento igual que cuando lo escribí
agradecida y rabiosamente viva
MI
INSEPARABLE COMPAÑERA
Llevo cincuenta años al lado de una
compañera
Que si bien a veces no la tengo en
cuenta,
Me requisa constante mis riquezas
Me quita muchas veces las razones
Y yo creo que me trata muchas veces
injustamente.
Llevo muchos años preguntándole mis
dudas
Muchas veces culpándole de mis
fracasos
Y pocas veces agradeciéndole su
compañía
Incansable como ninguna
Tenaz donde las haya
Orgullosa como diva
Y hasta me atrevo a reprocharle su
grandiosa sabiduría
Cuando quiero que me deje un rato,
Se pega a mí como ladilla
Y cuando quiero que me preste su
calor
Me enseña sin contemplaciones su
cara fría
Llevo cincuenta y tantos años al
lado de esta compañera
Que si bien a veces no la tengo en
cuenta
Me mide constante mis riquezas
Me quita muchas veces mis esperas
Y yo creo que me trata demasiadas
veces con tiranía
Aunque ella se empeñe en hacerme ver
Esa cara que tiene, que no me gusta
Aunque se crea capaz de perseguirme
Con el lado más oscuro de su
existencia
No me ganará ni una batalla más
Porque sus palabras no las oigo
Ni sus ejemplos los entiendo
Ni sus castigos los encajo
Ni sus consejos los persigo
Pero, llevo cincuenta y tantos años
a su lado,
Solo porque la considero fiel amiga
E inseparable consejera
De su mano no me suelto,
Y más allá de sus empeños
Aún con las lágrimas de mi
impotencia
Le vuelvo a coger la mano
Y salgo a pasear para siempre
A donde sus pasos me lleven. SIEMPRE
CON ELLA
MI COMPAÑERA LA VIDA
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