TU ERES EL ESPEJO QUE MIRO PARA MIRARME… Y YO SOY EL REFLEJO DE LO QUE TU MIRAS AUNQUE NO LO QUIERAS VER.

Maribel Genzor

09 junio 2012


CUANDO RONDA LA MUERTE

Esta semana dos veces he establecido contacto con la muerte, si bien con la muerte lejana, esa que te referencian pero que te afecta y te posiciona en la más absoluta reflexión; reflexión que te abre la puerta, cerrada a cal y canto, de comprender la vida cuando la muerte se acerca, o de comprender la muerte cuando la vida está cerca, y la verdad es que la muerte o se entiende bien o no se entiende nada.

Iba al trabajo cuando un amigo me comenta que ha llegado tarde a la cita que tenía conmigo porque “alguien” se ha tirado a la vía del tren…

Y el hecho, nos lleva a filosofar sobre los motivos que pueden llevar a un ser humano a tomar esa decisión y a llevarla a cabo. Y no entendemos ninguno de los dos esos motivos porque desde nuestras actitudes nada justifica ese acto de enajenación o de desesperación. Uno argumentaba además que era un acto de cobardía y el otro de valentía; en cualquier caso un acto incomprensible pero seguro que de LOCURA.

A la noche, tras la cena y compartiendo los pormenores del día con mi marido, cabizbajo y triste me dice que mañana tiene que ir de entierro.

-¿Quién se ha muerto?

-¡quien se ha suicidado!- me responde, SE HA TIRADO A LA VIA DEL TREN

El hijo de nuestro vecino, un chico de 22 años, estudiante, que vivía jardín con jardín con nosotros, con su novia, con su perro, con un bonito y extraordinario coche en la puerta, con una carrera universitaria cerca de finalizar, con una vida por delante, con unas risas vomitadas a las noches semi-calurosas del momento, con… ¡con alguna cosa que no se veía, que no se exteriorizaba, que no se proyectaba, que se callaba mientras corrompía, que se disimulaba mientras se gestaba…!

Y ya no pude filosofar, ya no pude pensar con precisión ni objetividad, y ya no pude, NI PUEDO entender que le lleva a un ser humano a llamar a la muerte cuando estás en plena vida, y que le lleva a poner fin a su vida y  a la vida de los que aquí se quedan exhaustos, noqueados, culpabilizados y sentenciados a los interrogantes para siempre.

Y LAS LAGRIMAS SE ACERCARON A MIS OJOS CON UNA MEZCLA DE PENA AMARGA, Y UNA DOSIS DE GRATITUD ACIDA POR MIS VECINOS Y POR MI Y MI FAMILIA.

Y hoy, dando un ultimátum a mi agenda, he ido a visitar a mi tía Pilar. Icono de vida, de lucha, de positividad, de agradecimiento, de saber. Está malita, muy malita (justita como dice mi primo) y sonriéndole a lo que tiene, me recibió con unos ojos encogidos y una débil sonrisa que brotaba de su corazón.

¡Soy feliz de verte, Maribel! Y me expresa entre jadeos que ya no quiere vivir, que a sus 88 años ya ha cumplido, QUE QUIERE IRSE, que ya ha vivido lo suficiente y que mira a su familia, a su historia, a todos los “raticos buenos” y que agradece todo, todo y a todos, lo que le hemos dado y le seguimos dando, y con una CLARIDAD MENTAL SORPRENDENTE dice que ha luchado contra todas las adversidades que le ha puesto la vida, y ha superado todos los acontecimientos, aunque no sabe ni como, pero que ha salido airosa de todo, pero que ahora ante la dependencia absoluta de la que pende, y de la paz que quiere, se quiere morir…



Y LAS LÁGRIMAS SE HAN ACERCADO A MIS OJOS CON UNA MEZCLA DE PENA DULCE, Y UNA DOSIS DE GRATITUD Y ENSEÑANZA INFINITA  POR MI Y MI FAMILIA, Y POR TODOS LOS VECINOS DEL MUNDO.

Quien decide morir estando en plena vida, y quien decide vivir hasta el final, sólo lo sabe la persona y su capacidad de enfrentar…


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