2013
¡FELIZ AÑO!
Sobreviví a un 2012 que me
parecía imposible de pasar.
También anoche hice recuento de
los actos a los que he tenido que enfrentarme y es probable que se me encogiera
el corazón y se escapara alguna lágrima.
Después inevitablemente, como
cada año, también por inercia y hábito, me entretuve en hacer una lista de
propósitos para el año que comienza, con la convicción de que éste año sí que
lo conseguiré.
Y a medida que el pensamiento
cogía carrerilla, mi cuerpo descansando en el sillón, se sucedían a la limón,
mensajes, llamadas, what shapps ( ¿se escribe así? Es que son palabras que las
uso pero que no encuentran sitio en mi memoria ni en mi corazón), y con cada
nombre que llegaba a mi boca y a mi oído, se producía una sutil sensación de
estar en “familia”, en la zona de confort, y al final cuando ya había
contestado a 15 personas, hablado con 7 y felicitado el año a los más “de
sangre y corazón” (por aquello de que a las 12 se colapsarán las líneas), la
cena ya tocaba y aparcando el coctel de pensamientos, sentí que… ¡hombre podía
haber sido mejor! pero también ¡podía haber sido PEOR!, y con la sonrisa
dibujada en un rostro que sólo yo reconocía, como cada año, traspasé la puerta
de la cocina para con todo el amor que tenía, calentar la sopita de caldo y el
pescado, que aunque no se predecería de marisco, tenía el mismo contenido de
cariño, de buena intención y de sabor que en otros años las piezas
inalcanzables de crustáceos marinos.
¡Feliz año 2013! Porque la decisión
de que sea feliz sólo está en nuestra capacidad de sacarle “partido” a lo que
la vida nos mostrará.
YO SOY FELIZ¡de verdad!
ESTOY EN MI CAMINO ¡no lo
dudéis!
Y SOY… ¡y eso no me lo quita
nadie!
2013 TRAE EN LOS CORAZONES DE
TODOS, UNA PRIMAVERA DETRÁS DEL DURO INVIERNO, como dice el gran Maestro Khall
Gibran.
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