LA
AUTENTICA FELICIDAD
Erase una vez… así empiezan todos
los cuentos, pero ésta vez no sé si lo que voy a contaros es un cuento o una
historia convertida en cuento…
Cuento, historia real o de fantasía
que se verbaliza, normalmente para explicarlas a los niños, con el objetivo de
entretener, de aplicar una lección o incluso de transmitir una leyenda que
pueda adherirse al plano emocional.
Erase una vez… una gaviota que
por querer buscar nuevos horizontes para conseguir sus objetivos, vivía lejos
del mar en una zona de montañas y rodeada de campos de labranza. Había llegado
hasta allí sin saber muy bien como, pero sí sabiendo que perseguía…; y
perseguía una casa, un trabajo, un reconocimiento, unos emolumentos, una paz,
amistad con otras especies, en fin, perseguía la felicidad.
Para alcanzar lo que ella creía
era el fin de una existencia digna, trabajó mucho, a veces sin descanso para
labrarse un nombre, y ¡lo consiguió…!
Para alcanzar lo que ella creía
era el fin de una existencia digna, estudió. Estudio robándole horas al sueño
para adquirir los conocimientos que pusieran de manifiesto que su trabajo
estaba bien arropado, y ¡lo consiguió…!
Para alcanzar lo que ella creía
era el fin de una existencia digna, se relacionó con otras especies, y aprendió
a discutir, a observar, a aceptar y adaptar otras formas de vida para ella
desconocidas hasta el momento, y ¿sabéis?,
¡lo consiguió…!
Y con trabajo, estudio, relación,
observación y aceptación, también se forjó un carácter de fuerza y de dinamismo no muy típico de las gaviotas,
y también un buen humor con el que acompañar los malos momentos, porque no creáis,
entre tanto trabajo vienen los dolores de cabeza, y entre tanto estudio, el
cansancio y el cuestionamiento, y entre tantas relaciones con especies
diferentes, los contagios víricos y las pérdidas de identidad, y con todo a la
vez el estrés y a veces la decepción.
La gaviota se daba cuenta que la
vida era bonita, pero costosa, y así soñaba cada día con lo que debía hacer
para seguir en ese círculo digno de los objetivos cumplidos, sin tener que
hacer tanto.
Un buen día… la gaviota al
despertarse vio una sombra en su ventana, y ¡sorpresa! tenía un ángel
esperándola en el borde de su ventanal:
-
hola gaviota- le saludó el ángel
-
¡hola buenos días!- le contestó la gaviota asustada y
asombrada a la vez
-
-he venido – prosiguió el ángel- a concederte tres
deseos, en recompensa a tu vida de trabajo y lucha, ¿qué deseas tener?
-
¡ no sé!- respondió la gaviota- tengo que pensarlo
-
- bien, volveré mañana.
Y el ángel desapareció.
¿QUÉ PEDIR CUANDO UNA SIENTE QUE LA SUERTE YA LE SONRÍE?,
¿QUÉ PIDEN TODAS LAS CRIATURAS DE TODAS LAS ESPECIES CUANDO SABEN QUE
CUESTA Y QUE ES IMPORTANTE EN LA VIDA?
CLARO… SALUD, DINERO, Y AMOR
Al día siguiente cuando el ángel
apareció de nuevo la gaviota le dijo:
-
Yo sé que soy una privilegiada- no debería pedir nada
porque creo de corazón que lo tengo todo.
-
Por eso se te concede- le contestó el ángel sonriente-
-
Bien:
Lo primero que quisiera pedir,
entonces es AMOR AUTENTICO
Lo segundo NO PASAR NUNCA NECESIDADES BASICAS
Lo tercero conocer la AUTENTICA FELICIDAD
-Muy bien gaviota, recuerda esto
sencillamente:
Cuando estés preparada para
recibir los deseos, yo apareceré de nuevo, cuando me veas, sabrás que tu deseo
se hará realidad… Y desapareció.
Más vida, más lucha más risas más
llantos, más responsabilidades, más enfermedades, más rutina.
Pero un día, la gaviota jugando
con otras especies, conoció a un macho que le sonreía, y de repente, cuando
ella menos se lo esperaba, apareció el ángel y le sonrió…
¡¡¡_ Bluf_ ¡!! y desapareció.
La gaviota supo que aquel macho
iba a traerle el autentico amor.
Más vida, más lucha mas risas mas
llantos, mas responsabilidades, más enfermedades, más rutina, más autentico
amor del que jamás habría soñado.
Y otro día… estando la gaviota
trabajando, se le acercó un grupo de cigüeñas y le dijeron:
-¿Tú eres la gaviota que tiene
tanta imaginación?- ¿Tú eres la que trazas el camino de nuestra emigración?
- Bueno, dijo la gaviota, yo creo
que se pueden hacer caminos diferentes y conseguir otras maneras de vivir…
- Vale, pues diseña nuestro
camino para ir a otro país, y si lo haces, te daremos todo lo que nos pidas.
Estaba la gaviota trabajando en
el nuevo camino de las cigüeñas, cuando de pronto, a que no sabéis quien
apareció… pues el ángel que antaño le concedió los tres deseos, le miró a los
ojos, sonrió y desapareció… y la gaviota supo que nunca más le haría falta preocuparse
por las necesidades económicas.
Más vida, más lucha, más risas, más
llantos, más responsabilidades, más enfermedades, más rutina, más autentico
amor del que jamás habría soñado, más bienes materiales que le proporcionaban
tranquilidad y bienestar…
Y así pasaba la vida.
Un día, la gaviota se dio cuenta que ya no era joven,
y decidió en el día de su cumpleaños, celebrar una fiesta con las criaturas de
todas las especies importantes de su vida:
-
Invitaré a las hembras y a los machos por los que
siento amor- ya no soy joven y a lo mejor no vuelvo a convocar a todos mis seres
queridos a la vez.
-
Querré que vengan vestidos de blanco, machos y hembras,
de blanco porque es el color de nuestra especie, el blanco contiene todos los
colores que existen, el blanco refleja lo mejor de cada uno, resalta los más
puros sentidos, el blanco me recuerda a la espuma de mar, el blanco, porque se
ven las manchas y las podemos lavar..
-
¡Hola ¿qué tal?!-
EL ANGEL, DE NUEVO, APARECE DE REPENTE, LE GUIÑA EL OJO Y LE DICE QUE EN ESE INSTANTE ACABA DE CONVOCAR LA
AUTENTICA FELICIDAD… EL COMPARTIR.
Autora: MARIBEL
GENZOR